ACTIVIDADES DE PSICOMOTRICIDAD.
Las
actividades que a continuación se presentan siempre están pensadas desde la
perspectiva del juego, como hilo conductor del mismo usaremos un cuento. La
finalidad es el desarrollo integral del niño/a.
A continuación se propondrán una serie
de actividades fáciles de llevar a cabo desde casa que supondrá un momento de
distensión y entretenimiento que favorecerá la unidad familiar. Para el
desarrollo de las actividades primero se leerá el cuento, se realizarán
preguntas acerca del mismo para luego pasar al desarrollo del juego psicomotor.
Son cuentos tradicionales que sino lo tenemos en casa, todos los conocemos. A
pesar de eso los escribo para facilitar las actividades.
CUENTO: CAPERUCITA ROJA
Había una vez una niña muy bonita. Su
madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que
todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un día, su madre le pidió que llevase
unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que
no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya
que siempre andaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con
los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para
llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se
encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas…
De
repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.
-
¿ A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con
su voz ronca.
-
A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.
-
No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose
media vuelta.
Caperucita
puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido-
pensó- no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le
lleve un hermoso ramo de flores además de pasteles.
Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la
Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era
Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo.
El lobo devoró a la Abuelita y se puso el
gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que
esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio que su
abuela estaba muy cambiada.
-
Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes
tienes!
-
Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de
imitar la voz de la abuela.
-
Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes
tienes!
-
Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.
-
Abulita, abuelita, ¡qué dientes más grandes
tienes!
-
Son para…! Comerte mejor! – diciendo esto, el
lobo malvado se abalanzó sobre la niña y la devoró, lo mismo que había hecho
con la abuelita.
Mientras
tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones
del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la
Abuelita. Pidió ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron
la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto
que estaba.
El cazador sacó su cuchillo y le abrió el
vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo malo, el cazador le
llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó
de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo
para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se
ahogó.
En cuanto a Caperucita y su abuela, no
sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección.
Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en le
camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su
Abuelita y de su Mamá.
DESARROLLO
◆ Ambientación del cuento:
Jugando Caperucita Roja en el bosque
y paseando antes de llevar la cestita a la abuelita, juega con unos amigos que
a su paso encuentra.
◆ Juego:
Se canta una canción: “Jugando al escondite, el lobo
apareció / el búho cantando, el miedo nos quitó / ¿lobo estás ahí?”
El niño/a se da la mano al
padre/madre y el otro progenitor hará de lobo y se esconde detrás de un mueble,
cuando cantan el niño/a y el padre/madre al finalizar le preguntan al lobo “
Lobo, ¿estás ahí?, el lobo puede contestar “ ¡ Sí ¡” ( en tal caso saldrá corriendo
a pillar a los
incautos) o puede contestar negativamente acompañado de una acción que esté
realizando: “ ¡No, me estoy lavando los dientes!” y los demás volverán a cantar
la canción.